Defensa TFG: preguntas típicas del Tribunal TFG
A pesar de que en muchas ocasiones es posible optar por la defensa sencilla y eludir los nervios que genera exponer de forma oral el Trabajo de Fin de Grado ante el tribunal, lo cierto es que un gran porcentaje de los matriculados decide realizar la defensa integral y enfrentarse al veredicto del tribunal compuesto por cuatro miembros del departamento correspondiente. Su presencia no solo está para escuchar las tesis del estudiante y evaluarlas, sino para indagar acerca de los métodos utilizados para elaborar el trabajo y plantear dudas o realizar comentarios sobre la exposición al alumno. En el siguiente artículo te desvelamos algunas de las preguntas más recurrentes de un tribunal evaluador de TFGs y cómo abordar su respuesta correctamente.
Cómo enfrentarse al turno de preguntas
Se da por hecho que, al optar por una defensa oral del TFG y enfrentarse al veredicto de un tribunal evaluador, vas a tener que escuchar no solo los comentarios de los profesores que lo componen, sino responder de manera satisfactoria a las preguntas del tribunal del TFG. No hay duda de que la mejor manera de enfrentarte a ellas es contar con la ventaja de conocerlas de antemano, así que vamos a desvelarte algunas de las preguntas típicas del tribunal del TFG para que sepas por dónde pueden ir los tiros y medites qué respuesta dar antes del momento decisivo.
No obstante, antes de entrar en materia debes conocer las particulares que envuelven a este decisivo momento de la defensa: su estructura. Y es que el tribunal evaluador realizará comentarios y formulará sus preguntas de manera continuada, sin realizar pausas para que el alumno intercale sus respuestas. Por tanto, es vital que cuentes con una nota donde puedas anotar cada una de las preguntas que te formulan para retenerlas y contestarlas posteriormente de manera ordenada y continuada, elaborando un discurso lógico improvisado de manera oral. Esta capacidad para enfrentarse a una situación inesperada también forma parte de la evaluación, así que puedes usarla a tu favor y utilizar las preguntas del tribunal del TFG para reforzar tu postura o realizar aclaraciones.
La elección del discurso y la adecuación al tema
Una de las preguntas típicas del tribunal del TFG es la de por qué elegir ese enfoque para ese tema y qué objetivos reales se han satisfecho. Es una pregunta pensada para ampliar la introducción del trabajo, donde el alumno debe concentrarse en explicar las bases de su discurso y demostrar que ha adecuado el tema a unas metas lógicas y plausibles. No insistan en exponer cuáles eran los objetivos que perseguías con este trabajo: expón los que has satisfecho, qué has conseguido realmente con este trabajo. No solo permite al tribunal saber que realmente sabías lo que hacías durante la elaboración del TFG, sino que les otorga un valioso feedback para saber si las metas del trabajo se están cumpliendo o se debe sustituir el tema en el próximo curso académico.
Elección de fuentes bibliográficas
Algunas de las posibles preguntas en la defensa de tu TFG girarán en torno a determinadas fuentes bibliográficas utilizadas. Ciertos ejemplares pueden llamar la atención del profesorado y no dudes en que varias preguntas del tribunal del TFG versarán sobre ciertas fuentes utilizadas. Debes tener cuidado en este punto de la exposición, porque el tribunal puede dar por sentado que has descartado otras partes de la fuente consultada deliberadamente y querrá saber por qué. Por eso siempre recomendamos que las fuentes bibliográficas sean consultadas con calma y en su totalidad, ya que extraer una cita poco adecuada cuando en el mismo ejemplar se encuentra otra más conveniente para tu discurso puede generar dudas en el tribunal y dejar mala sensación entre sus integrantes.
La cuestión más delicada: las alternativas descartadas
No olvides que el profesorado cuenta con una visión mucho más amplia de la materia que tú, y eso es un hecho. No se busca que superes en conocimientos al tribunal (lo cual puede llegar a ser contraproducente si llega a ser así), pero sí que demuestres que conoces, hasta cierto punto, todo el abanico de posibilidades que el tema te ofrece. De entre las preguntas típicas del tribunal del TFG están las relativas a las opciones descartadas en cuanto a enfoque e información. Es una pregunta trampa, porque pone nervioso al alumno, haciéndole creer que ha obviado información importante en su exposición, cuando el tribunal solo busca cerciorarse de que la has omitido por un buen motivo.
Se da por sentado que en un TFG se deben cumplir unos requisitos de espacio y de formato, y que no vas a poder incluir toda la información que ha pasado por tus manos. Debes explicar cómo has hecho el cribado de datos y justificar, de una manera convincente, por qué era mejor incluir un tipo determinado de datos y no los que el tribunal ha mencionado.
Las relativas a aspectos formales
Son las preguntas más delicadas, porque buscan sacar a relucir las costuras del trabajo y dejan al estudiante poco margen de maniobra. Son las hechas “a mala leche”, las que buscan hacer tropezar al estudiante y que el tribunal sabe que tienen poca justificación, como las que cuestionan la calidad de las imágenes expuestas, preguntan acerca del no cumplimiento del límite de caracteres o destacan desviaciones de rumbo en tu discurso.
En este sentido, algunas de las posibles preguntas en la defensa del TFG pueden ser “¿por qué esta serie de imágenes no se visualiza correctamente?”, “yo quiero saber si hay algún motivo por el que se ha incumplido el interlineado o el formato de citación”, o “¿hay algún motivo que haya causado que el discurso se precipite en la segunda mitad y no satisfaga los objetivos expuestos al principio?”, todas ellas bastante inquisitivas. Recomponte, mantén la compostura y echa mano de humildad y autocrítica. Aunque no sea agradable ser consciente durante la exposición de que la has pifiado en algún aspecto, una de las cuestiones que también se valora durante la exposición del proyecto final es la manera de responder a las preguntas en la defensa del TFG. Aceptar los errores y reconocer en el mismo momento ante el tribunal cómo podrías haberlo hecho mejor puede revertir la situación, una actitud que será muy valorada por el profesorado, aunque la connotación sea predominantemente negativa. Es una manera de amortiguar los daños y evitar situaciones tensas que podrían afectar muy negativamente a tu calificación final.
Las formuladas con mala intención
Debes saber que el tribunal lo componen, al fin y al cabo, personas que pueden llegar a manipular la evaluación realizando preguntas incómodas, premeditadas o que buscan ser la causalidad de una reacción negativa en el estudiante que afee la exposición final.
Al margen de que puedas ejercer tus derechos impugnando la calificación o acusando de mala praxis al tribunal en caso de detectar irregularidades o una beligerancia excesiva en su turno de ruegos y preguntas, tu mejor defensa ante una encerrona de esas características es limitarte a mantener las bases de tu discurso, responder de manera educada a cada pregunta formulada y, sobre todo, no inventar datos ni excusas ni caer en la descalificación, por muy injusta que sea la situación. Siempre puedes demandar un cambio de tutor y de tema, y empezar de cero para olvidar el mal trago.